Tres de cada cuatro edificios ubicados en Bilbao La Vieja (unos 385), el 70% de los construidos en el Casco Viejo (cerca de 565), y todos los del barrio La Cruz y de Zorrotzaurre carecen de un sistema de detención de incendios. El pasado año, de los 199 incendios que se registraron en la capital vizcaina, 57 se produjeron en viviendas ubicadas en el Distrito 5, que aglutina al Casco Viejo y Bilbao La Vieja. Con las cifras sobre la mesa, y con el fin de evitar nuevos casos, a lo largo de los próximos meses, la Sociedad de Rehabilitación Urbanística de Bilbao, Surbisa, ha puesto en marcha una nueva línea de ayudas a las comunidades de vecinos, que oscilarán entre los 900 y los 2.100 euros, para que incorporen en sus edificios medidas de protección contra incendios.
Las ayudas a fondo perdido concedidas por la sociedad municipal propiciarán la instalación de extintores, aparatos de detección de humo, pulsadores de alarma y sirenas.
Surbisa ha contado con la colaboración del Área de Protección Civil del Ayuntamiento de Bilbao, que ha ofrecido el asesoramiento con respecto a las medidas idóneas según las características de la construcción. Por su parte, Surbisa ha llevado a cabo a lo largo de 2010 inspecciones para detectar los edificios que presentan un mayor número de indicadores de riesgo y proponer la adopción de las medidas oportunas.
El origen del 47% de los incendios generados en Bilbao en 2010 se debe a descuidos al cocinar, mientras que la segunda causa radica en problemas derivados de una instalación eléctrica defectuosa, según un estudio de Protección Civil. Sea cual sea el foco, el objeto es evitar disgustos. Para ello las comunidades de propietarios interesadas en acceder a las ayudas de Surbisa deberán aportar -junto con la solicitud correspondiente- un acuerdo comunitario para implantar las medidas de protección contra incendios. Surbisa se hará cargo del 100% de la obra, mientras que los vecinos deberán abonar el 18% de IVA y comprometerse al mantenimiento que sea necesario -extintores y sistemas de detección y alarma- durante un plazo mínimo de cinco años.