Sistema antiincendio

Los nuevos accesos  a Bilbao que conectarán la A-8 con el centro de la villa a través del entorno de San Mamés contarán con un dispositivo antiincendio.

14721466Imagen del simulacro realizado en abril

Una batería de aspersores instalados en el nuevo paso soterrado de la A-8 controlarán el foco de calor hasta dos horas para minimizar los daños estructurales.

El túnel de Bentazarra tendrá un sistema antiincendio que sólo se usa en otras nueve carreteras del mundo.

LOS DATOS

100.000 coches atravesarán cada día el túnel de Bentazarra, punto en el que los conductores deben decidir si siguen hacia Gipuzkoa o Cantabria por la A-8 o toman el acceso de San Mamés. Su importancia ha aconsejado poner allí los sistemas de agua nebulizada.

70 bares de presión tendrá el agua gracias a los nuevos sistemas antincendio. La potencia suficiente para hacer frente a fuegos de hasta 30 megavatios, el que podría generar las llamas generadas por un trailer.

Sistemas testados.

El agua nebulizada es el sistema más moderno y evolucionado en los dispositivos antiincendio. Pero hay más. Un cable tendido a lo largo de los casi ocho kilómetros que componen los nuevos viales será el chivato que detecte cualquier incidente con cambios de temperatura de por medio. También se cuenta con bocas de incendio equipadas, situadas a una distancia máxima entre sí de 50 metros, e hidrantes con arquetas. Armarios de postes SOS, extintores manuales y el sistema de ventilación completan el dispositivo de seguridad. Los grandes ventiladores de los techos sirven tanto para extraer fuera de la galería el humo generado por un fuego como para expulsar el aire viciado de los túneles por la contaminación que generan los vehículos. Todos estos dispositivos ya han sido testados por los bomberos de la Diputación y Bilbao en los dos simulacros de incendios que tuvieron lugar el pasado mes dentro de las galerías.

Cuatro de cada diez incendios en Bilbao en 2012 fueron por la quema de contenedores

Cuatro de cada diez incendios sofocados por los Bomberos de Bilbao fueron en contenedores. Así lo refleja el balance de actuaciones de Protección Civil presentado ayer por el concejal de Seguridad del Ayuntamiento, Tomás del Hierro, junto al director del área, Andoni Oleagordia. Durante 2012 se realizaron 2.051 operaciones -un 17% menos que en 2011-, agrupadas en labores de salvamento (41%), acciones relacionadas con incendios (30%) y funciones de asistencia técnica (28,7%). Ambos responsables valoraron de manera positiva los datos del informe, y pusieron en valor la «mayor concienciación ciudadana» a la hora de evitar descuidos y malos usos de las instalaciones eléctricas, una de las principales causas de los fuegos no intencionados que se registraron en la villa.
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Las intervenciones de los Bomberos motivadas por fuegos continúa una progresión descendente. En 2012 fueron 620, mientras que hace cinco años se contabilizaron 981. Sin embargo, como en ejercicios anteriores, la quema de contenedores fue el principal motivo de salidas por incendios (241 operaciones frente a las 479 de 2009). La reposición de cada uno de estos depósitos cuesta unos 1.000 euros a las arcas municipales. El segundo objeto de actuación fue en viviendas y otros inmuebles o garajes, con un total de 225 intervenciones (lo que representa una subida del 5% respecto a los contabilizados en el 2011). La mayoría de estos avisos se dan a la hora en que se preparan las comidas y las cenas. Para evitar este tipo de situaciones, el departamento de Prevención del Ayuntamiento realizó el año pasado 1.148 inspecciones en 563 hogares y establecimientos, haciendo especial hincapié en comercios, centros de enseñanza, residencias para mayores y garajes de titularidad privada. Solo el 15,2% de los bares, restaurantes y discotecas analizados aprobaron en la primera revisión.

Respecto a las operaciones de salvamento, los profesionales de Protección Civil tuvieron que emplearse a fondo: efectuaron 843 actuaciones. El rescate de personas mayores e impedidas en viviendas supuso el 36% de estos incidentes, mientras que un 6% de las evacuaciones fueron por escapes de gas. En cuanto a las intervenciones técnicas (desprendimientos de fachada, roturas de escaparates, incidencias por electricidad…) se registraron 588 salidas, un 16% menos. Estos incidentes se registran sobre todo durante los meses de invierno, derivados en su mayor parte de fenómenos meteorológicos, especialmente durante los avisos por viento y lluvia. Oleagordia atribuyó este descenso a que la mayoría de las alertas fueron amarillas, es decir, «no tuvieron gran impacto» en la ciudad, y recordó que durante 2009 este tipo de actuaciones provocaron 18 salidas de Bomberos. El director de Seguridad también vinculó ese descenso del número de actuaciones a los buenos oficios de los inspectores municipales, encargados de controlar edificios y actividades. «Los ciudadanos -subrayó- cumplen cada vez mejor las normas», para añadir a continuación que la reducción de incidentes guarda relación con las cada vez mejores medidas de protección con que se dota a edificios y locales, tanto públicos como privados.

Ambulancias

El balance presentado ayer también recogía las emergencias médicas que ha atendido el Samur, el servicio de ambulancias municipales. El año pasado participaron en 3.826 operaciones -frente a las 6.243 del ejercicio anterior-, de las cuales el 54% se resolvieron con el traslado a un centro hospitalario. Este importante descenso en el número de atenciones se debe, según explicó Oleagordia, a que el servicio pasó a mediados de 2012 de tener dos ambulancias a solo una. «Este servicio no da tanto respuesta a actuaciones que corresponden a Osakidetza. Está más orientado a lo que ocurre en la vía pública, y se realiza en coordinación con la Policía Municipal y los Bomberos», explicó.

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