Incendio de madrugada

La veintena de familias que reside en el número 37 de la calle General Concha de Bilbao nunca olvidarán la madrugada de ayer, cuando tuvieron que salir a la calle a la carrera «con lo puesto, en mitad de una nevada», por un incendio que envió a cuatro vecinos al hospital. Un varón, una madre y sus dos hijos ingresaron en Basurto por intoxicación de humos. Además, uno de los pequeños sufrió también quemaduras, aunque su pronóstico no era grave al cierre de esta edición, según apuntaron fuentes de la Ertzaintza.
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 Los bomberos y los afectados, en el lugar de los hechos./ L.Calabor
Todo ocurrió al filo de las seis de la madrugada. «La Policía golpeó nuestra puerta y gritó: ‘fuego, fuego’. Nos llevamos un buen susto», relataba ayer una mujer que reside en el sexto y último piso del edificio. Las llamas se habían iniciado en una vivienda de la tercera planta por causas que se desconocen y que la Ertzaintza investiga. El fuego se propagó rápidamente por la casa y, aunque «había bastante humo, pudimos bajar por la escalera sin problema».
Mientras los profesionales en la extinción de incendios se afanaban por controlar el siniestro y los servicios de emergencia atendían a los heridos con botellas de oxígeno, los vecinos se fueron reuniendo en la acera situada justo enfrente de su bloque. Pronto comenzó a nevar con fuerza y muchos de los presentes estaban en pijama y zapatillas de casa. El termómetro, según uno de los afectados, marcaba dos grados bajo cero. «Salimos tan rápido y con tanto miedo que no nos dio tiempo a coger ni el abrigo ni unos zapatos».
Refugiados en un portal
Por fortuna, una persona que reside en el cercano número 41 les abrió el portal y la veintena de familias evacuadas pudo resguardarse del frío y la nieve caída en la madrugada de ayer en la capital vizcaína. «Tenemos que estar terriblemente agradecidos a ese vecino porque, de lo contrario, yo creo que nos habríamos cogido un fuerte catarro y quién sabe si una pulmonía», afirmaba, ya por la tarde, una de las víctimas de la evacuación, también muy preocupada por el estado de los heridos.
Tras más de hora y media de actuación, los Bomberos dieron por finalizadas las labores de extinción y revisión del estado del edificio. Entonces dieron la orden para que se levantara el cordón policial y la veintena de familias pudiera regresar a sus hogares. «Mi casa no ha sufrido daños, pero olía a humo y cualquiera abre la ventana con el frío que hace», se lamentaba uno de los evacuados.

elcorreo.com

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