La mañana bilbaína se cubrió el viernes con una gran humarada. Entre las obras que se están llevando a cabo en la villa, la de renovación de baldosas de Gran Vía en los números más altos de la calle, junto al Sagrado Corazón, dieron un susto a más de uno. El tajo, frente a las oficinas del PP y cerca de la sede del Gobierno vasco, sufrió un incoveniente y, mientras levantaban el bordillo de la acera, se pinzó una de las acometidas de gas que nutre a los edificios, perforando la tubería.
La rotura, en Gran Vía 85, tuvo lugar a las 12.53 horas y, debido a la peligrosidad del escape, se recomendó a los vecinos el desalojo de los inmuebles contiguos. Efectivos de Policía y Bomberos se personaron para controlar la nube de gas y cortar el paso en las dos aceras hasta las 13.35 horas, cuando la empresa encargada del suministro llegaba para cortar la llave de paso, según aclararon las autoridades.